El equipo perdía un elemento muy valioso en el auge de la Selección: lectura y ejecución del contraataque, muy buen pase e intensidad en defensa. A su vez, el marcador del tres acude a defender al escolta (cambiar) y así sucesivamente con el resto de compañeros. Es una presión a toda la pista, donde el base defiende a su par en posesión del balón y el defensor del escolta rival amaga con hacer un dos contra uno (saltar). Tenía siempre un talante divulgativo con las ideas del mejor baloncesto universitario, que asociamos a aspectos como el dos contra uno continuo, la zona ‘press’, la presión individual a toda pista… Cada una con sus propias reglas. El baloncesto que todos consideramos más atractivo, seguramente, porque fue el que retuvimos en nuestra mente cuando éramos niños”. “Durante todo el año he comentado que el tiro de tres puntos va a tener mucha importancia en este Mundial”, decía en el diálogo con la revista Nuevo Basket. Este sacrificio y el ritmo veloz en el despliegue ofensivo provocaban la rotación de algunos jugadores -nada que ver con la frecuencia febril del baloncesto actual-, que la costumbre periodística y popular no digería del todo. El espíritu de Maravich vagaba por las canchas de baloncesto hasta que según los propios estadounidenses, se posó en los hombros de Ricky Rubio.
La lista de Popovich estuvo abierta hasta el pasado fin de semana, con jugadores que se fueron y otros que llegaron. La mejor y más exitosa hornada de jugadores que había tenido el baloncesto español afrontaba el Mundobasket’86 en plena madurez. Tras el paso de Marcelo Nicola, el club decide fichar a un entrenador inexperto como Diego Ocampo procedente del Baloncesto Sevilla. Mantuvo a Costa, que durante el Mundial ofrecería sus mejores minutos como especialista defensivo -marcajes eficaces a Galis, Triano y Riva-. Hubo muchos partidos salvajes en el camino durante la postemporada del año pasado. El seleccionador había excluido de la convocatoria a López Iturriaga por desavenencias personales durante el pasado Europeo. Fue el 23 del pasado mes de noviembre, partido que Rubio se perdió por lesión, por esos espasmos en la espalda. Fue elegido Jugador del Norte del Año SICA, Atleta del mes en 2000 por Chicago Tribune, después de promediar 27.3 puntos, 12.6 rebotes y 3.6 robos.
Un año después, el equipo contaba con una plantilla renovada pero el resultado no fue diferente. Un trío exterior con una potencia de fuego que no se veía desde hacía años por Salt Lake City. Para la temporada 2011-12 se abrieron numerosos frentes, llegaron procedentes de Boston Glen Davis y Von Wafer a cambio de Brandon Bass, además de que Jason Richardson renovó su contrato, utah jazz city edition camiseta 28 millones a razón de 4 años. John Stockton -’el ordenador de la liga’ para el genial Andrés Montes- pasaría los 19 años de su carrera en Utah para ser a día de hoy una leyenda que tiene retirada su camiseta con el número ’12’. Los Knicks decidieron retirar su dorsal y colgar su camiseta retro de Los New York Knicks en lo alto del Garden. Si a un hombre alto se le veían todos los defectos, él percibía todas sus virtudes. Díaz Miguel nos abrió esa puerta”, explica Imbroda, que el 25 de septiembre presentará su fundación y proyectos como el Medacbasket, nuevo equipo de 1ª Nacional entrenado por él mismo.
Así que no fue casual que, en las entrevistas de Perarnau Magazine con él y Solozábal, una de las cosas que primero les viniese a la memoria fuera el Saltar y cambiar -Run and jump, desarrollado por Smith-. Los Jazz partían como favoritos al anillo, pero una tempranera lesión de Stockton les llevó a tener un récord de 11-7 en los primeros 18 partidos. Eran los grandes favoritos a la medalla de oro. El debate sobre quién debía recoger la batuta en la dirección del equipo era recurrente. Sobre el puesto de base seguía merodeando la ausencia de un líder como Corbalán. Poco después también deja su puesto como general mánager Tony DiLeo. Con este objetivo, el seleccionador planificó sesiones específicas para “reforzar la muñeca del jugador, obligándole a tirar sentado en el suelo para que se acostumbrara a las largas distancias”, tal como informaba Luis Gómez en El País. Uno de los mejores perfiles de Kurtinaitis -a quien se ve en la fotografía que encabeza este reportaje en un lance con Petrovic- lo plasmó Antonio Rodríguez en una deliciosa semblanza radiofónica en el programa Tirando a Fallar.